¿Cómo saber si tu apellido tiene origen en un huérfano de la inclusa?
Updated: Jul 15
En Europa, durante la segunda mitad del siglo XIX y en España hasta las primeras dos décadas del siglo pasado, se abandonaron a decenas de miles de niños cada año. Es posible que uno de nuestros antepasados, ya sea un tatarabuelo o trastatarabuelo, haya sido un bebé de la inclusa. Nuestros apellidos pueden proporcionar pistas sobre este origen, aunque es importante tener en cuenta diversas consideraciones al realizar esta investigación.

Verificación documental
La verificación documental de si nuestros antepasados fueron niños o niñas de la inclusa puede lograrse mediante la búsqueda de las partidas de nacimiento o bautismo de nuestros abuelos o bisabuelos, que suelen incluir datos de tres generaciones.
Si se encuentra la referencia de "natural de la inclusa", se confirma esta conexión. Sin embargo, es importante tener en cuenta que basarse únicamente en nuestros apellidos o los de nuestros padres puede llevar a conclusiones erróneas, ya que cada persona tiene dos apellidos pero si nos retrotraemos a cuatro generaciones, a nuestros tatarabuelos, aparecerían 32. Posiblemente desconocemos la mayoría de ellos y, por lo tanto, la conclusiones a las que podamos llegar basándonos solamente en nuestros apellidos o los de nuestros padres son, posiblemente, erróneas.
El apellido Expósito
Si en nuestra familia tenemos el apellido Expósito, podemos afirmar que uno de nuestros antepasados fue un niño de la inclusa. El término "Expósito" proviene del latín "ex positus", que significa "dejar fuera", y se utilizaba para identificar a los niños abandonados. Sin embargo, es posible que hayamos perdido el rastro de un antepasado Expósito debido a una ley de 1921 que permitía cambiar gratuitamente este apellido por otro de elección, debido al estigma a él asociado.
Otros apellidos relacionados con los niños de los orfanatos
El apellido "Incógnito" a menudo se asocia con las inclusas, pero es importante destacar que también se utilizaba para los hijos de madres solteras.
Además, hay apellidos que sugieren un origen en la inclusa y varían en presencia según las áreas geográficas en España, como Tirado, Blanco, Gracia, de Dios, Rey, Santamaría, Iglesias o nombres de santos, entre otros.
El componente religioso en estos apellidos era también común en otros países de Europa. Por ejemplo, en Italia el apellido "Colombo" está entre los diez más comunes y se origina en la palabra "colomba", que significa "paloma" y representa al Espíritu Santo, que estaba labrada en el dintel de la inclusa de Milán.
Apellidos basados en nombres geográficos o peculiares
Los niños de las inclusas también podían recibir apellidos relacionados con nombres geográficos, como ríos, playas, calles o provincias. Incluso se les asignaban apellidos extravagantes, como los de políticos, colores o personajes míticos, lo que a menudo llevaba a la burla por parte de la sociedad, que los consideraba hijos bastardos o espurios, o con padres sifilíticos o tuberculosos o de madres desnaturalizadas.
Medidas legislativas y cambios en los apellidos
Ya en el siglo XIX, las autoridades civiles, que eran quienes asignaban apellidos a los niños de la inclusa, eran conscientes de que ciertos apellidos aumentaban el estigma y la discriminación que sufrían. Es por ello que con el paso de los años se aprobaron medidas legislativas para evitar que el apellido fuera una carga social.
Una de las primeras medidas adoptadas fue la que estableció que si los niños y niñas abandonados habían aparecido con una nota pidiendo que se les nombrase de una determinada manera o se le impusiesen apellidos específicos, así se hiciera.
También se exigió, a partir de la Ley del Registro Civil de 1870, que se les diese nombres y apellidos frecuentes en el lugar, como García, González o Pérez, aunque su efectivo cumplimiento durante años dependió de las bondades o maldades del encargado del Registro.
Habría que esperar al siglo XX para que se eliminase otro gran escollo de discriminación por apellido para los incluseros: el tener un único apellido. Fue una Real Orden de 1903 la que estableció que los niños de la inclusa deberían tener dos apellidos.
Por todo lo mencionado, se puede concluir que afirmar o descartar con absoluta certeza si nuestros apellidos tienen origen en un huérfano de la inclusa es una tarea difícil. Aunque existen indicios que pueden sugerir esta conexión, como la presencia del apellido Expósito o apellidos relacionados con las inclusas, no podemos llegar a conclusiones definitivas basándonos únicamente en los apellidos. Sin embargo, la verificación documental en archivos eclesiásticos y registros civiles puede proporcionar una confirmación más precisa.
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