Tal día como hoy, 4 de diciembre, pero de hace 35 años, la UNESCO incorporó a Santiago de Compostela a su listado de Patrimonio de la Humanidad, declarando que la ciudad es una “las zonas urbanas con más belleza del mundo”.
Santiago es, además, uno de los tres grandes centros mundiales de peregrinación asociados con el cristianismo, junto con Jerusalén y Roma. Pero a diferencia de esas ciudades, el origen de Santiago de Compostela es relativamente moderno. Arranca en la Edad Media y fue fruto de una Inventio.
Hola, soy Ana Nieto y esto es Calendario de Historias, una producción de Audire Podcast. Nuestra misión es recordar el pasado, indagar en algunos de sus momentos y personajes históricos y buscar qué nos queda de ello.
Escucha el episodio publicado el 4 de diciembre: Santiago de Compostela, Inventio y Camino.
Inventio, en latín, puede significar invención o, también, descubrimiento, hallazgo. Y este significado es el que aplica a Compostela. La Inventio hace referencia al descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago el Mayor a principios del siglo IX.
Y ese hecho no llega a nosotros a través de fuentes históricas, sino a través una tradición que dice así:
Un ermitaño vio unas luces extrañas cerca de un cementerio. Esa noticia llegó al obispo de Iria Flavia, quien decidió ayunar y meditar por tres días para encontrar significado. En ese proceso le ayudaron unos ángeles que le revelaron que las luces indican el lugar donde reposaba el sepulcro del apóstol Santiago.
Acompañado por unos fieles, el obispo verificó que lo que le habia sido revelado era cierto y se lo notificó al rey Alfonso II de Asturias, quien certificó que todo ello era verdad.
A continuación, los restos del apóstol se llevaron a lo que hoy es Santiago de Compostela, donde apenas había vestigios de ocupación humana más antigua. Y alrededor de lo que al principio solo era un santuario se desarrolló la ciudad.
Durante siglos Compostela fue una ciudad episcopal. Su crecimiento y esplendor se explica por la inteligencia de su curia y su estrecha relación con figuras de extraordinario poder como reyes, Roma, Cluny y sus monasterios y los nobles de Borgoña.
Y su historia cambiaría para siempre cuando en el año 1172 el Papa Alejandro III declaró a perpetuidad el carácter de Jubilar de los años santos compostelanos. Es decir, cada vez que el 25 de julio, festividad de Santiago apóstol cayera en domingo, sería año santo compostelano y los peregrinos podrían ganar el perdón de sus pecados por indulgencia plenaria.
Y a partir de ahí despegó el Camino como ruta de peregrinaje que tenía como punto final Santiago de Compostela. Este Camino, que en casi un milenio han seguido millones de peregrinos, también ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Y en realidad, no hay un camino, sino ocho caminos oficiales: Primitivo, Inglés, Portugués, el del Norte, el de la Vía de la Plata, la ruta del Mar de Arousa y Río Ulla, el Fisterra- Muxía y, por supuesto, el francés. Este es sin duda el más conocido y transitado.
Tradicionalmente arranca en la localidad pirenaica de Roncesvalles, a 764 km de Santiago. Transcurre por puntos emblemáticos como el Puente de la Reina, Santo domingo de la Calzada, Burgos, Frómista, Carrión de los Condes, Sahagún, León y Astorga, antes de entrar en Galicia.
Aunque no hay que olvidar que existen versiones de los caminos y rutas no oficiales. Y lo que es más importante, que cada peregrino puede imaginar y ejecutar su peregrinación.
En 2014, cinco amigos irlandeses iniciaron su camino remando en una embarcación tradicional de madera y lienzo de tan solo 7 metros de eslora y apenas dos metros y medio de manga. En la primera etapa remaron desde Irlanda a la Bretaña francesa procurando no apartarse de las costas cercanas.
Cuando llegaron allí, guardaron la embarcación durante casi un año y retornaron a su Irlanda natal. Al verano siguiente, completaron la siguiente etapa, Bretaña-San Sebastián, donde la embarcación volvió a hacer invierno. Y al tercer año, llegaron a A Coruña, donde prosiguieron el peregrinaje pero ya a pie, siguiendo el camino inglés.
Y en Santiago, como todos los peregrinos que cumplen los requisitos, obtuvieron la Compostela, a la que a veces, equivocadamente, se llama Compostelana.
La Compostela es la certificación oficial emitida en latín por la Oficina del Peregrino de la Catedral de Santiago de Compostela. Y en ella se acredita que su titular ha completado el camino por motivos espirituales, aunque no necesariamente religiosos.
Se considera que se ha cumplido la distancia mínima requerida que son los 100 km más cercanos a Santiago cuando el camino se hace a pie o a caballo, o 200 si se peregrina en bicicleta. El peregrino prueba el recorrido mostrando sellos estampados en la Credencial del Peregrino y que ha podido obtener durante su ruta en iglesias, cafés, hostales, ayuntamientos u oficinas de correos.
Santiago se prepara para un nuevo Año Santo. En 2021 el 25 de julio cae en domingo y, por lo tanto, es año jubileo o Xacobeo, como se le conoce en gallego.
El ritual comenzará el último día de 2020. El arzobispo de Santiago derribará con un martillo de plata un muro de lajas colocado el día anterior y que tapia la Puerta Santa, también conocida como Puerta de los Perdones. Una vez que el muro cae, el arzobispo rociará agua bendita, pasará una rama de olivo y entrará a la catedral.
Y a lo largo de todo el año 202, serán los peregrinos los que la crucen. Y con este gesto y el cumplimento de otros requisitos como la oración, la eucaristía y la confesión, podrán ganar la indulgencia plenaria.
Curiosamente, se pueden ganar varias indulgencias, aunque hay un límite de una por día. Y la indulgencia se puede ganar para uno mismo o aplicarla a un difunto.
El 31 de diciembre de 2021 la puerta se cerrará. Y habrá que esperar a 2026 al próximo año santo, evento que solo ocurre 14 veces en un siglo y se repite con la cadencia de 6-5-6 y 11 años.
Y cualquiera puede asistir en Año Santo a la misa del peregrino y pasmarse ante la danza del gigantesco incensario conocido como Botafumeiro. Cuelga de una roldana y lo columpian ocho clérigos por medio de cuerdas.
Es todo un espectáculo. Y dice la leyenda que en mil años solo dos veces perdieron el control y el Botafumeiro salió rodando.
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Y otros 4 de diciembre sucedieron los siguientes eventos:
En 1154 Adrian IV fue elegido Papa, el único inglés de la historia. En 1829 la autoridad colonial británica prohibió e ilegalizó en India la costumbre de que las viudas se arrojaran a la pira funeraria de sus esposos.
En 1930 el Vaticano aprueba como práctica para el control de la natalidad al método ogino, también conocido como “método de la observación” basado en la abstinencia durante los días fértiles de la mujer.
Y en España, en 1977, una manifestación en Málaga reclamando la autonomía para Andalucía acabó con la muerte de Manuel José García Caparrós, de 18 años. La causa fue un disparo de la Policía. Nunca se identificó al autor.
Y para los interesados en saber qué sucedió en 1985, el año en el que Santiago de Compostela fue designada Patrimonio de la Humanidad destacamos que fue el año en el que Mijail Gorbachov asumió la presidencia de la Unión Soviética.
También fue el año en el que un avión de Air India en ruta Montreal-Londres-Bombay explotó sobre el espacio aéreo de Irlanda, matando a las 329 personas a bordo. Fue el resultado de una bomba colocada por terroristas independentistas Siks.
Y 1985 también fue el año de la exitosísima canción We Are the World con Michael Jackson, Tina Turner y Diana Ross entre otros y que se grabó para recaudar fondos para luchar contra la hambruna que azotaba Etiopía.
Y terminamos el programa de hoy con unos versos de Antonio Machado incluido en Proverbios y Cantares:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Esto es Calendario de Historias, una producción de AudirePodcast, esto es, María Luz Rodríguez y quien les habla, Ana Nieto.
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