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Encontrar hijos naturales en protocolos notariales

Los protocolos notariales son una gran fuente de información sobre nuestras familias y la sociedad en la que vivían. Los hay de todo tipo, incluidos los de reconocimiento de paternidad, pago de alimentos a hijos habidos fuera de matrimonio y de apartamiento. Todos estos son interesantísimos si lo que buscamos es conocer más de nuestros antepasados hijos de madre soltera.


Protocolo notarial de un año con mano para mostrar cuán grande es.
Protocolo notarial de un año abierto por índice. Foto de Luz Rodríguez


Reconocimiento de paternidad de hijo natural por declaración


Los hijos de madres solteras podían aparecer designados como de padre incógnito o desconocido en las actas de bautismo y, a partir de 1871, en las de nacimiento del Registro Civil. Pero también era posible que el padre apareciese nombrado sin su consentimiento o, incluso, con su beneplácito, por reconocer expresamente en ese momento su paternidad.


Pero también podían admitir que el hijo o la hija era suyo en un momento posterior y sin previo matrimonio con la madre de su criatura. Ese reconocimiento puede encontrarse en los propios libros sacramentales de bautismo o en protocolos notariales.


En ambos casos el padre se presentaba voluntariamente, identificaba a su hijo y a su madre y lo reconocía como propio.


Reconocimiento de paternidad por matrimonio


En el pasado, cuando un hombre y una mujer que tuvieron un hijo en común estando solteros se casaban posteriormente, el hijo natural pasaba a legitimarse automáticamente y a usar el apellido del padre. Sin embargo, aunque así era la ley, muchos padres decidían ir al notario y reforzar esta idea de la legitimidad.


En estos protocolos notariales es muy común encontrar referencias a que la razón por la que se hacía esta declaración ante notario es la de “evitar las cabilosidades” de los hermanos nacidos cuando ya los padres estaban casados entre sí. Esto era todavía más habitual cuando en la familia había también hermanastros o medios hermanos.


Es decir, evitar que en el momento de repartir en el futuro la poca o mucha herencia, los hijos habidos después del matrimonio pretendiesen quitar o disminuir parte de la legítima a los nacidos antes de la celebración de dicho matrimonio.


Pago de alimentos y de apartamiento


Entre los protocolos también se pueden encontrar acuerdos entre los progenitores no casados para el pago por parte del padre de una cantidad mensual o de otra frecuencia para alimentar, educar, vestir y calzar al hijo o hija que tuvieron en común.


Incluso es posible encontrar acuerdos de apartamiento, en los que el padre entregaba a la madre una cantidad a cambio de no volver a tener más trato ni obligaciones en el futuro.


Buscar y encontrar en protocolos notariales


Es laborioso encontrar un protocolo notarial concreto si no estamos seguros de su existencia y desconocemos ante quien se otorgó y en qué fecha, pero no es imposible.


Antes de explicar qué se puede hacer, hay que resaltar que no se pueden consultar todo tipo de protocolos notariales, ya que están sujetos a la Ley de Protección de Datos.


Una vez que ya se pueden consultar, hay que averiguar dónde están. Los más antiguos posiblemente estén en el archivo histórico provincial correspondiente al lugar donde actuó el notario o, en tiempos pasados, el escribano que nos importa. Pero es posible que muchos estén todavía en poder de notarías concretas o del decano de notarios.


Una vez que los hemos ubicado y sabemos que podemos consultarlos, podemos hacer una primera búsqueda en índices que contienen información ordenada de dos formas distintas: por apellido del notario o, si no lo sabemos, por ubicación. Y ahí podemos ver qué notario trabajó en qué año en el lugar de nuestro interés.


Hay que resaltar que nuestros antepasados no siempre acudían al notario más cercano. A veces iban al que conocían y le tenían confianza. Otras, al que quedaba más cerca de un lugar al que se desplazaban para una actividad como una feria o una boda. Y en otras ocasiones, cuando se querían cerciorar de que nadie se enteraba de lo que iban a hacer, podían acudir a un notario lejano del que nadie sospecharía, como es el caso de reconocimientos de hijos, testamentos donde se mejora a hijos, etc.


Una vez que sabemos qué notario consultar, debemos pedir los protocolos por año. Los libros pueden ser inmensos, he incluso un año puede estar dividido en varios libros. Lo interesante es que no es necesario pasar una por una todas las páginas, sino que debemos consultar el índice, que está al principio o al final de cada año.


En el índice se identifica el número de protocolo, con lo que luego podemos buscar rápido en esos libros inmensos. Pero también el lugar donde se otorgó la escritura, los otorgantes, los testigos y el tipo de escritura. Y así la búsqueda puede ser más rápida.


Cuando encontramos el protocolo notarial que buscamos en los que el padre reconoce y legitima a su hijo o hija la satisfacción es enorme y compensa su laboriosidad.


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